Antes escribía sin parar. Antes sentía que era una necesidad, como si al no hacerlo dejara escapar una parte de mi vida. Antes me refugiaba en las palabras… antes me llamaban escritor. Pero, es curioso, esa parte de mi vida pasó, como pasan tantas otras cosas, y ahora escribo menos. Tal vez porque siento que (ya) no lo necesito. Tal vez porque quiero que pase (más) tiempo entre aquellas letras y las que están por venir… pero sea como sea, eres lo que eres. Y yo, yo soy escritor…
Con todos vosotros, para bien o para mal, Dulce es la Noche. Bienvenidos a mis historias…