A veces nos perdemos en buscar lo preciosista, en decorar la realidad, en fijarnos más en los detalles que en lo auténtico. Esas cosas pasan, y pasan a menudo, pero también vale la pena dedicar unos segundos a descubrir miradas que se nutren del día a día, de la calle, de lo que pueden ver tus ojos ahora mismo. Ese el caso de Skander Khlif, un joven fotógrafo aleman que desde hace años destaca por su capacidad de fusionarse con el entorno y retratar esos momentos que llevan una intensa carga de verdad.
En su web vas a poder descubrir mucho más sobre su obra (y ya te aviso que no será la última vez que pise Phusions), pero hoy te traigo la mirada que le ha dedicado a Túnez (país en el cual pasa gran parte de su vida y que me parece un fascinante) y a sus habitantes. Rutina, polvo, puestas de sol, calles repletas de vida, comercios… la vida como es, sí, sin truco ni artificio.
Buen viaje… .