Me voy a poner un poco filosófico (igual es porque son las últimas horas del 2020, no lo sé) para lanzarte una pregunta rara, ¿cuándo fue la última vez que miraste a tu alrededor intentando comprender (o imaginar) cómo era el lugar que ocupas antes de que llegaras tú? No me entiendas mal, nos hemos acostumbrado a dominar el mundo que nos rodea, a adueñarnos de sus rincones y de sus (pequeñas o no) maravillas sin, apenas, pararnos a pensar en cuál ha sido nuestro impacto real en la tierra que pisamos, ¿verdad?

De alguna forma, esa misma reflexión hizo que David Ambarzumjan creará una maravillosa colección titulada “Brushstrokes In Time” con la que inmortaliza lugares del presente o del pasado usando una técnica tan particular como efectiva. Con un simple trazo, con una vibrante y contundente pincelada, en ocasiones yuxtapone una misma época para poner foco en esas joyas que nos rodean. En otras, sin embargo, te lleva directamente de viaje en el tiempo (en cualquier dirección) para recordarte que nada de lo que hacemos es gratuito. Nada.

El resultado es impresionante. Puro arte que evoca reflexiones mucho más profundas de lo que te puedas imaginar al principio. Piezas que David tarda meses en finalizar y que merecen que les dediques tiempo para interiorizar todo su significado. Sin duda, una bonita forma de ir cerrando y empezando.