No busques brujas, aquí, ni madres malvadas, ni reinas sin escrúpulos, no va de eso. Va de ese tipo de arte que nos inspira, el que nos hace descubrir y sentir nuevas emociones, como si estuviera concebido para regalarnos un pase a otra dimensión. Nuestra. Pero otra, al fin y al cabo.

Eso es Mirror Mirror, un encargo de la Oficina de las Artes de la ciudad de Alexandria a los genios de SoftLab, una maravilla visual con forma de círculo abierto que los visitantes pueden recorrer por dentro y alrededor. Su construcción, las luces, los reflejos, todo ello te lleva irremediablemente a relacionarlo con un faro, sólo que este no sirve para descubrir qué hay ahí fuera, no, este tiene como objetivo ser observado desde dentro.

El conjunto panorámico de los espejos y las luces que responden al sonido permite que Mirror Mirror mezcle visualmente el paseo marítimo, el tejido del casco antiguo y la actividad de los peatones en el parque en el que está instalado. Así, mientras el exterior es un espejo monocromático que refleja el entorno urbano, el río y los propios visitantes, la superficie del interior está teñida con todo el espectro de colores, convirtiéndolo en un lugar único, intensamente brillante.

Y hay más. Mirror Mirror está – también – programado para responder al sonido con la luz, lo que permite a los visitantes interactuar con la obra e influir en su apariencia utilizando sus voces y cuerpos. Los dispositivos LED del interior de cada uno de los componentes verticales de la obra se activan con el sonido y responden produciendo luz, transformando los paneles frontales en transparentes, mientras que los paneles interiores siguen siendo espejados, creando un infinito y colorista bosque de luz. Llámalo interactividad, llámalo fascinación.

Ah, y como anécdota, todo en esta instalación hace referencia al tipo especial de lente que se utilizaba en el histórico faro de Jones Point de Alexandria. Esa lente, denominada Fresnel, era la tecnología más avanzada del siglo XIX y utilizaba una serie de prismas para concentrar la fuente de luz y dirigirla hacia un estrecho haz horizontal que se proyectaba hacia el exterior. Sí, visto así todavía es más interesante, ¿verdad?