Ellos son los Eternos, los Nihang, una orden de guerreros Sikhs caracterizados por sus vestimentas, sus armas anticuadas (vistas con ojos modernos, se entiende) como espadas y lanzas, y sus turbantes decorados. Han sido venerados a lo largo de la historia por su valentía, sí, pero también por su valor en la batalla, enfrentándose y triunfando sobre enemigos que les superaban ampliamente en número. Y, aunque como en tantos otros ámbitos, el paso del tiempo ha provocado muchos cambios en su entorno, los Nihangs siguen manteniendo vivas sus tradiciones, costumbres y habilidades.
Eso es, precisamente, lo que ha querido inmortalizar el fotógrafo, autor y escritor de viajes, Sankar Sridhar. Este artista indio ha viajado por todo el país para documentar sus paisajes y sus gentes. Entre ellos, estos eternos a los que reconocerás porque se visten de azul (un color que significa valentía) y naranja o amarillo brillante (que significa sacrificio), y que lucen con orgullo sus Dastar Bunga (los grandes turbantes), reforzados con anillos de acero llamados Chakkram para proteger la cabeza. En esos turbantes escondían pequeños tridentes y cuchillos, que tradicionalmente utilizaban para el combate cuerpo a cuerpo.
En la actualidad, los Nihang siguen rehuyendo la convivencia directa con la sociedad, pero no tienen problema en exhibir con orgullo sus habilidades en la equitación y la soldadura de armas como la espada, las lanzas y las mazas en las reuniones festivas. Una forma de mantener vivo su recuerdo, su esencia. Su bagaje cultural.











