No, no me pongo poético. Que el tiempo pasa, y que además cada vez lo hace más rápido, resulta evidente. Incluso te recuerdo que alguien sacó por ahí un estudio que explicaba las razones por las cuales tenemos esa sensación (de aceleración), pero no importa. Pasa. Y punto. Quizás sea momento de celebrar eso, que puede seguir pasando, que lo podemos seguir viendo. Viviendo. ¿No?
Pues eso, aquí tienes un año visto a través de algunos de esos momentos que quedan inmortalizados al otro lado del objetivo de fotógrafos como Lerone Pieters (previously on Phusions). Él, desde su New York nos habla de una vida que transcurre frenética, imparable, entre estaciones, humo, sol, nubes, nieve o lluvia. De un ajetreo que nos mueve, nos guía hacia delante, nos lleva a superar cada reto y preparanos para el siguiente.
Porque siempre habrá un siguiente.
Enjoy…
























