No sé qué haríamos sin nuestra querida cultura pop, honestamente. Ya sé que puede sonar frívolo (probablemente, lo sea), pero resulta un agradable refugio cuando lo que necesitas es desconectar y olvidar, aunque sólo sea por un instante, todo lo que te ronda y te angustia. Está ahí, lista para activarse con un sólo clic, lista para llevarte a otros planetas, para plantarle cara a nuevos villanos, para crear inventos sorprendentes, para contarte historias únicas. Irrepetibles. Ah…
Supongo que el ilustrador inglés Alexander Jackson debe sentirse más o menos como yo,. Él, sin embargo, tiene un fabuloso talento (que a mí me resulta, ya lo sabes, totalmente esquivo) para que esos personajes, esos mitos, no sólo estén a un lado de la pantalla y pasen a formar parte de su propio imaginario. De su propia obra. De su mirada creativa. Así surgen estos retratos en los que plasma, con un estilo inconfundible, estos seres que no acompañan tan a menudo. Probablemente mucho más de lo que estamos dispuestos a aceptar.
Por cierto, no te conformes con el resumen que te traigo hoy. Su obra es mucho más extensa, vibrante e interesante. Descúbrela en su web. Y disfruta.


























Oh, a modo de bonus track, un detalle con la gran Cris Busquets (que siempre formará parte de la historia de Phusions). Parece que con Alexander compartís alguna pasión:

Y, para mí – voy a sacar mi lado un poco más egoísta – Don y los demás. No sabes cuánto necesito un poco de inspiración made in Draper, en estos días.
