Skander Khlif vuelve a Phusions (creo que por cuarta vez) con una serie de fotografías que te transportarán directamente, al ritual de calentamiento de un equipo de futbol de Dakar. Y sí, podrías decir, ¿hola, qué tiene esto que ver con Phusions? Todo.
Porque es arte.
Porque es autenticidad.
Porque es una mirada a un momento ínitmo cargado de energía, de pasión.
Porque en un mundo en el que nos lo tomamos todo tan en serio, deporte incluído, este momento es pura alegría, un ritual senegalés que te quita las malas caras y te hace querer estar ahí, en medio de ese equipo, en ese instante. Ahora.
¿O no?























