Esta campaña ya tiene unos meses. 2021 parecía que estaba destinado a ser el año que nos llevara de nuevo a la tantas veces reclamada normalidad. Pero no lo fue. O no del todo. Tampoco pensando en términos de hacer lo que hacíamos, ir a donde íbamos, viajar como viajábamos. No lo fue. Y todos pensamos aquello de «ya llegará 2022«. Y esperamos un año más, con el deseo de que esta vez sí se cumplieran todos. Y bueno, pues no nos podemos quejar del todo.

No del todo.

Hoy, sin embargo, he querido recuperar una campaña que nos acompañó en el segundo semestre de 2021. Una campaña que tenía, es evidente, un target muy concreto, una audiencia exclusiva, todas aquellas y todos aquellos que viven y conviven con una American Express Platinum, y una propuesta muy curiosa: convertir cada número de sus tarjetas, en unas coordenadas, en un destino único e irrepetible, en una experiencia personalizada. En un viaje a medida para recuperar lo mejor de perderse en el mundo. Por el mundo.

Google se sumó a la idea. Ogilvy México la convirtió en este fabuloso ejercicio creativo. Un ejercicio que te recordaba que si tienes una Platinum, hay un lugar en el planeta que está esperando que lo descubras.