Callum Donovan es un niño de 12 años que ha descubierto su pasión muy pronto: la escultura. Pero no «ese» tipo de esculturas que, seguramente, te habrán venido a la imaginación al leer la palabra, no, él construye formas a partir de diferentes materiales que encuentra en cualquier rincón (especialmente metal) y restos de objetos que, para muchos, serían auténticos desperdicios.
Y, sí, sus esculturas tienen (aparentemente) un poderoso punto creepy. Pero el artista cree que no es así, y en todo caso se niega a darle un significado a esas formas. Es auténtico incluso en eso, prefiere que seas tú el que decidas qué significan en lugar de explicártelo él mismo…
¿Qué te parecen? ¿Te asustan?