Imagina que eres un artista y que estás enamorado de la playa (así, a lo burro, como concepto). ¿Qué harías?
Pues supongo que Sam Dougados empezó de esta forma y acabó creando instalaciones efímeras en algunas de las playas más fantásticas de todo el mundo. Son pequeñas obras de arte, construidas usando – únicamente – su talento y la arena para creando patrones o estructuras en 3D que, descubiertas a vista de pájaro son fantásticas.
Y, ¿dónde están? Pues en ningún lugar. Las olas, o la marea, se las han llevado, pero el recuerdo pervive en las playas de Francia, Irlanda, Marruecos, España o Portugal que han acogido estas creaciones de Dougados. Un pequeño homenaje a la brevedad que nos rodea…
Enjoy!