Hay algo que me gusta especialmente en las historias de Phusions, y es encontrar a artistas que han sido capaces de luchar contra todo lo que se les ha puesto por delante para acabar creando su propio arte.
Esa capacidad de trascender las limitaciones impuestas por su entorno, y sin oportunidades formativas que le permitieran aprender esas técnicas que deseaba dominar, hoy te traigo al polaco Hubert Solczyński, que vivió durante años el mundo del arte desde las bambalinas y que decidió practicar cada día hasta encontrar su propia forma de expresarse y su propio estilo.
La práctica, en este caso, ha hecho al artista. Práctica que se construye a base de muchas horas de soledad acompañadas, únicamente, con la música que utiliza para viajar al centro de su imaginación y generar estas piezas que resultan, sí, bastante oníricas…
Es lunes. Que se note. Enjoy…




















































































