El nombre de Todd M. Casey puede que no te diga nada – o sí, a saber –  pero la cosa es que, hoy, me apetecía traerlo a Phusions para poner de orden entre tanta disrupción y tecnología. Y es que, a veces, me acelero y me dejo llevar, en primer lugar, por esa visión distópica del mundo que me quiere poseer y, por supuesto, por el innegable magnetismo de todo lo que se construye con unos y ceros. Todd es justo lo contrario. Y eso, ese punto clásico, a veces resulta (curiosamente) refrescante. 

Así que aquí está, un artista creado en la Massachusetts College of Art. en Boston y que ha trabajado como diseñador gráfico y en el fascinante mundo de la animación digital (ya, hasta aquí, un currículum parecido al de otros artistas que han pisado Phusions, lo sé). Sin embargo, mientras más avanzaba su carrera profesional, más descubría su auténtica vocación: la pintura. 

Entiende, por favor, ese «la pintura» en su variante más artística. Cierra los ojos, imagínate museos, imagina bodegones, imagina el trazo inconfundible del óleo, y te empezarás a acercar a lo que Todd es capaz de hacer. Digo acercar porque sí, Casey es  un pintor que no reniega de las formas de hacer más clásicas, y eso se nota en sus creaciones, pero también es un artista poco convencional, meticuloso, con un punto melancólico, y que comprende perfectamente que sin formar parte de este mundo social y relacional que nos rodea, lo tendría mucho más difícil.

Así que aquí está. Estas son las creaciones que comparte en su canal de Instagram. Este es él. Esto es arte. 

Enjoy! 

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