George Eliot nunca fue George, era Mary Ann. Para ser exactos, Mary Ann Evans, y fue la autora de Middlemarch, una de las mejores novelas que nunca se han escrito en inglés (tal vez la mejor). Mary Ann decidió publicar bajo ese pseudónimo masculino para escapar de los estereotipos de género que, básicamente, limitaban – en aquella época – a que las mujeres escribieran novelas románticas, y también porque quería ser juzgada por su talento y no por su sexo. El resultado fue que Evan (como George Eliot) llegó a ser considerada, en su época, la mejor escritor(a) viva en lengua inglesa y, como decía, su obra (en general) de las más relevantes de la historia.

Pues bien, el caso de Mary Ann no es único, ni mucho menos (y, salvando las distancias, me viene a la memoria la Solitud de Víctor Català – aka Caterina Albert – , uno de esos referentes de juventud que me regaló mi Maestro de Literatura Catalana, Joan Anton Verge – aquí va un pequeño homenaje – ). Precisamente por esa razón, para homenajear y darle visibilidad a esas mujeres que han usado nombres masculinos para encontrar su lugar en la industria, Baileys y Women’s Prize for Fiction han lanzado una fantástica iniciativa titulada – literalmente – «Reclaim Her Name«, una colección de 25 novelas publicadas, por primera vez, usando el nombre auténtico de sus autoras.
Por si este no fuera suficiente atractivo, la colección entera ha sido diseñada con un estilo moderno y colorista, en el que una fabulosa selección de ilustradoras de varios rincones del mundo (Brasil, Rusia, Jordania y Alemania) se han encargado de crear esas 25 portadas que honran el talento artístico de la mujer.
El resultado, no hace falta que te lo diga, son 25 únicas y maravillosas obras de arte.



