13 de noviembre. No es un día cualquiera, no lo es para los bibliófilos y permíteme que piense que no lo debería ser para nadie, hoy es el Día de las Librerías. Y, en un año como el que llevamos, esto debería celebrarse por todo lo alto y recordar que somos lo que somos porque leímos lo que leímos (o leyeron, o escribieron, o filmaron y vimos), y por el tiempo que pasamos en algunos de esos lugares fantásticos. No sé tú, pero yo recuerdo con especial cariño mis librerías (la mayoría de ellas ya no existen) y la sensación que me invadía cada vez que me perdía en una de ellas y pasaba horas repasando lomos y contraportadas hasta que encontraba un nuevo compañero de viaje.
Decía que la mayoría de mis librerías ya no existen. ¿Qué sustituye esos comercios de proximidad, ese trato humano, profesional y responsable, esa mirada cómplice cuando atraviesas la puerta y te encuentras con una recomendación personalizada prácticamente nada más pisar el recinto porque tu librera o librero ya sabe qué buscas, qué te gusta, qué necesitas? Hoy, sí, conviene mucho recordar el papel que esas tiendas y bibliotecas tienen en nuestras vidas y pensar qué podemos hacer para que perduren en el tiempo.

Así que ves, vuelve a visitarlas, bucea en sus títulos, navega entre las experiencias que te proponen. disfruta de las aventuras que aguardan ser descubiertas y aprovecha tiempo para ir introduciendo ese mismo germen curioso en los que vengan detrás. Porque sí, lo digital es maravilloso, pero nada logra sustituir el olor de la tinta, el tacto del papel, la inmersión absoluta en una buena historia.
De momento, déjame que, para celebrar este día, te proponga un viaja maravilloso por todo el mundo a través de algunas de las librerías más icónicas y fantásticas que puedas imaginar. Lugares que son auténticos templos de la cultura, la ficción, de las letras, de las historias de todo tipo.
Para eso, me permito recomendarte esta recopilación de la revista Traveler (claro) con algunas de las librerías más bonitas del mundo. Te vas a encontrar con lugares fascinantes, un bonito listado para ir preparando esos viajes que nos regalaremos cuando todo vuelva a ser como debería ser (que no como fue). RIncones como estos…
















