Me pregunto cuán posible es conocer a un artista a través de su obra. Me pregunto si sería capaz de descubrir su esencia, aquello que la (o lo) convierte en esa alma creativa que trasciende sus propios límites, que rompe sus barreras, para exponerse al mundo. Y, todo ello, desnudando su talento y mostrándose casi transparente, sin engaños aparentes.
Aparentes. Sí.
Porque también me pregunto cuántas veces el artista se oculta tras su obra. Me pregunta si sería capaz de crear para despistar, para desviar la atención sobre aquello que lo (o la) convierte realmente en un ser único, capaz de mirar el mundo como nadie más. Vestirse con otras ropas, usar otros zapatos, ser otro (u otra) y no mirar atrás.
Elia Pellegrini es una ilustradora, fotógrafa, tatuadora, música y artista digital. Una alma libre que experimenta con su propio talento y se regala en forma de pequeños bocados de inspiración. Del retrato más intimista, a los paisajes más surrealistas. De una naturaleza que se ofrece cercana, a aquel espacio que es más interior de lo que parece. Del yo, al nosotros, pasando por ellos. Todo está en sus imágenes. Todo está en estas capturas con las que se presenta al mundo. Pero, dime, ¿puedes verla – verla realmente – a través de su obra?

































































