Catherine Panebianco me ha hecho pensar en muchas cosas, hoy. Me ha hecho recordar momentos del pasado, mirar con otros ojos espacios que he visitado y recordar que todos los lugares que ocupamos ya fueron vividos y tienen sus propias historias. Algunas muy cercanas. Algunas muy intensas. Algunas explican quién somos ahora. Algunas son sólo una memoria lejana que nos cuesta poner en colores.
En este proyecto, la artista de los States recuperó las viejas diapositivas de su padre y empezó un fabuloso trabajo de investigación para encontrar los rincones en los que él inmortalizó sus momentos. Así, volvió a esos mismos lugares para rendir tributo no sólo a su progenitor, sino también a todas esas personas que son capaces de contemplar el mundo con una mirada parecida a la suya. A todos los que desean dejarse llevar por esos pequeños momentos de nostalgia que no dejan de ser, no te engañes, pequeños refugios en los que recuperar nuestra auténtica identidad.
Mira…


































2 respuestas a “Una diapositiva, pasado y presente: una historia que no tiene fin”
Siempre me sorprendes, me encanta tu blog… Gracias!
¡Oh! Muchas gracias… No sabes cómo me alegra que así sea.
¡Un abrazo!