… vale, igual no exactamente pero al final, en un sentido estricto, la obra de la artista Ashley Marie es también un bonito y vibrante ejercicio de creatividad. Todo nace de una pregunta: «¿Por qué estamos tan obsesionados con la belleza?» Y es que en un mundo en el que cada vez se estandariza más ese ideal, reflexionar sobre ello a partir de este proyecto «Flowers Portraits» es algo más que metafórico: la belleza es fugaz. La belleza se marchita. Como las flores.
Ashley captura la belleza antes de que esta pase, un ejercicio que pone el foco en la vanidad que nos rodea, en las convenciones sociales que nos persiguen, aquí o allí, ya que la diversidad tampoco entiende de flores.
Sea como sea, me parece un ejercicio fascinante.






































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