Mariyan Atanasov vuelve a Phusions haciendo gala de una propuesta visual radicalmente opuesta a la que lo trajo aquí por primera vez. Y eso, supongo, debe tener un mérito enorme. Al final, lo de encasillarnos es uno de nuestros grandes temores, ¿verdad?
Pues eso, que pasamos del Tetris urbano con el que nos sorprendió hace un par de año a esta serie en la que el único protagonista, siendo honestos, es el invierno y sus estragos en el paisaje. Son fotografías en las que predominan el gris y el blanco, en las que la nieve reclama su trono y el frío se puede respirar entre paisajes inhóspitos. Sin florituras. Sin artificios. Lo que su lente ve. Lo que su mirada descubre.
Brillante.













