«Then he forgot my name» no es un título cualquiera, no surge de la nada, todo lo contrario, tiene mucho sentido en un contexto muy concreto. Ahora te lo cuento, pero antes déjame que te presente a Susan Copich, una fotógrafa estadounidense que ha adquirido cierta viralidad gracias a una de sus series fotográficas, Domestic Bliss. Pero hoy no serán esas fotografías irónicas, satíricas, sobre su vida familiar las que adquieren protagonismo en Phusions, no, esta vez sus autorretratos tienen otra mirada, mucho más íntima, mucho más reflexiva. La lente de Copich examina, en estas fotografías que tomó entre 2016 y 2019, «la decadencia y la mortalidad al tiempo que refleja el despertar colectivo del poder femenino en Youngstown, Ohio».
Toda una declaración de intenciones, sí. Pero, como te decía, el contexto es lo más importante Susan pasó tiempo en su ciudad natal en Ohio para acompañar a su padre durante su batalla contra la demencia. «Utilizando un edificio familiar en ruinas en el centro de Youngstown como telón de fondo, me puse a investigar la historia de la estructura (gracias Mahoning Valley Historical Society) y re-imaginar los ocupantes anteriores». Y así, en ese momento, surgió «Then he forgot my name«. El título seguro que te resulta más emotivo, ahora.
Mediante la suspensión voluntaria de la incredulidad y declarando a cada ocupante (personaje) mujer, preparé el escenario para historias de feminidad, repletas de pruebas, heridas, fortalezas, tolerancias y tareas imposibles; basándome en revelaciones de lo que parece una narración interminable de: límites descuidados, desigualdades, injusticias, violencia y las secuelas que se derivan.
Susan Copich
El objetivo de la cámara de Copich se centra en protagonistas femeninas a veces vulnerables y otras invencibles. «Una mujer con un vestido de baile rojo empujada escaleras abajo, una odalisca desnuda que seduce al espectador, una sirena bien vestida que fuma fríamente un cigarrillo en un coche abandonado. Todo ello ilumina un paisaje psicológico a través del dolor de vivir, el continuo deterioro y la lucha por el cambio».
Resulta sugerente, ¿verdad? Te invito a descubrirla aquí…



















