No te voy a decubrir nada si te explico que, sí, le encuentro su punto al arte urbano (mucho más allá del graffiti). Especialmente cuando te topas con artistas como Tom Bob, que parece inmerso en una cruzada personal para cambiar el aspecto de las calles de Nueva York aportándoles un punto de color (y de creatividad) apasionante…
Y, por supuesto, Bob es capaz de convertir el objeto, la silueta o la sombra más anodina, en una genial obra de arte. ¿Sabes qué? Que prefiero que lo descubras por ti mismo…
Una respuesta a “Las calles son más divertidas así, ¿no?”
[…] en las fachadas de todo tipo de edificios, sin duda son un espectacular ejemplo de arte urbano (o callejero, llámalo como quieras) pero es mucho más que eso, es una llamada a no perder de vista nuestra […]