Voy a recuperar un stream de contenido que siempre hace fortuna, en Phusions: el Urbex. Y esta vez lo hago de la mano (o de la cámara) de Guillaume Prugniel Jechoux, un fotógrafo francés (el nombre ya te ha debido dar alguna pista) pero residente en Berlín (toma giro) que una noche de verano decidió entrar en una fábrica abandonada y fotografiar la experiencia. Desde ese momento, su atrevimiento se convirtió en algo más, y ese algo más es una serie fotográfica fascinante.
Y es que si el Urbex a la luz del día ya resulta cautivador, si ese halo de misterio y de descubrimiento que rodea cada espacio abandonado ya es, de por sí, magnético, la noche y una iluminación magistral como la que utiliza Guillaume, acaban de convertir las imágenes en un brutal ejercicio visual. Te pierdes en ellas. Te pierdes y te quieres volver a perder.
Hay mucho más de lo que ves, detrás de estas fotografías. Así que siéntate y disfruta…