Te voy a reconocer una cosa: soy fan desde hace años de las creatividades de Mastercard (y antes de que lo digas: no tiene nada que ver con mi profesión). Ese concepto universal, ya, su «no tiene precio» para explicar tu relación con las vivencias que de verdad importan, y el «para todo lo demás, existe Mastercard» ya forma parte de nuestro imaginario colectivo (más allá, incluso, de lo estrictamente publicitario). Así que, vaya por delante, que me parece que son buenos. Muy buenos.

Pero para traerlos a Phusions no es suficiente sólo con eso. Hoy me han tocado la fibra con esta campaña que, visualmente, es rica y te transporta, exactamente, a esos lugares (emocionales, si quieres) en los que te gustaría estar ahora mismo, a esas sensaciones que te gustaría estar viviendo pero que, este año, nos son esquivas por lo que todos sabemos. Por esa razón, la fuerza, el color y la alegría de vivir que transmiten la campaña de Wernersam Studio y Latina Studio me resultan, lo podría decir así, reconfortantes.

Sí, experimentar no tiene precio, viajar no tiene precio, el ruido (ese ruido de los lugares abarrotados, ¿lo recuerdas?) no tiene precio, la pasión (el show, compartir el momento…) no tiene precio, el futbol (o el tenis, ¿eh?) no tiene precio, explorar no tiene precio, la música no tiene precio… en definitiva, vivir no tiene precio. Igual no deberíamos olvidarlo.

Pues eso. Para todo lo demás…