… y, casi te diría, para darle la vida que quieras (y a quien tú quieras). Porque al final vivimos en un mundo extraordinariamente consumista (ojo, que me declaro tan culpable como el que más), y pocas veces nos paramos a mirar qué hay más allá de todo lo que llena nuestras cestas de la compra. Y no es poco.
Por eso me gustan especialmente iniciativas como las de Huzi Design, que demuestra que hay otra forma de jugar y, también, de regalar. Construyen juguetes con valores, juguetes destinados a formar parte de la vida de la(s) persona(s) que los reciba esta Navidad o cualquier otro día del año.
Porque lo simple, mucha veces, es lo que más perdura.