Ahí, justo al lado de donde tienes el Halcón Imperial construido pieza a pieza en un acto de paciencia infinita. O, tal vez, entre el Audi Quattro de Michèle Mouton y el Palacio Mágico de Elsa de tus hijos. Elige bien tu rincón preferido y empieza a hacerle lugar a tu primer ramo de flores formado, íntegramente, por ejemplares de una nueva variedad: la plástica (pero, ojo, sostenible, que están fabricadas con caña de azúcar) de Lego. Vendría a ser, más o menos, algo asÍ:

Bonito y colorista, ¿verdad? Además resulta fácil de mantener, no consume agua y, bueno, pues que ni mueren ni se secan nunca. Las tendrás siempre fantásticas en la estantería (o en la mesita, o en ese mueble en el que todavía no sabes qué poner porque nada – nunca – acaba de quedar bien del todo). Tú decides cómo combinarlas, cómo construirlas, flor a flor, pétalo a pétalo. Todo es customizable, hasta el más mínimo detalle. Así es la Colección Botánica de LEGO, una de esas ideas que no sabes si son brillantes o una (maravillosa) locura – otra – de estos genios oriundos de Dinamarca que (lo sabes) me fascinan.
Y es que, ¿qué puede resultar más relajante, tras una larga e intensa jornada de trabajo, que volver a casa y cuidar – túyameentiendes – ese ramo que cada día luce más? Unos nuevos pétalos por aquí, un nuevo color por allá…
Enjoy..














Una respuesta a “Flores de colores… según Lego”
[…] he escrito antes sobre Lego Ideas, ese espacio en el que los creativos dan rienda suelta a su imaginación […]