Hace muchos años (demasiados como para llevar la cuenta), alguien – en una facultad de periodismo de Barcelona – me preguntó por qué no usaba Moleskine. Y yo, inocente, le miré y le pregunté: «¿Molesqué?» Ah, bendita ignorancia, aquella.
Hoy, en plena era digital, todavía existen artistas capaces de demostrarnos que el poder de una Moleskine sigue intacto y sigue siendo tan fascinante como siempre. Es como si al abrirla se pusieran en marcha extraños resortes mentales que aceleran nuestra creatividad y la llevan por lugares únicos, intrigrantes, asombrosos. Es el caso del brasileño Pedro Correa, a quién ya has visto antes por aquí casi sin saberlo. Gracias a su colaboración con Moleskine, hemos podido disfrutar de un buen número de ilustraciones que resumen, perfectamente, su universo creativo.
Con un estilo basado en el intensivo uso de la tinta (ya sea analógica o digital), colores y texturas, añadiéndole siempre una potente estética retro, heredada de sui pasión por los cómics, ha trabajado para compañías como Showtime FX, Heineken, Tiker, o (sí) Oreo. Esto que vas a ver son algunas de las ilustraciones realizadas con Pincel o Pluma sobre Álbum de Acuarela Moleskine añadiendo, luego, colores y texturas en Procreate y Photoshop.
El resultado es asombroso…






















Steadtler Marsmatic over Moleskine














































































































































