Danny Heller te propone un viaje al pasado, o tal vez no, tal vez se trata de una mirada vintage a la California moderna a través de sus ilustraciones, a través de su pasión por la arquitectura y los coches. Casi sin darte cuenta, tendrás la sensación de estar ahí, parado frente a una casa en un barrio residencial californiano, a punto de arrancar un clásico y perderte por la costa. Como si fueras la protagonista de una de esas pelis que veíamos antes. Ay, antes.
Dice Heller que siempre lleva una cámara encima. Siempre. Su proceso creativo empieza fotografiando una casa, un coche o cualquier cosa que le llame la atención, luego lo modifica en photoshop hasta crear composiciones que le gusten y, al final, proyecto ese boceto en un lienzo y lo dibuja. Tres capas de pintura para conseguir más profundidad y un acabado suave acaban dando forma a su arte, a su creatividad. Todo con el objetivo de transmitirte las mismas sensaciones o emociones que él mismo sintió al verse delante de ese lugar que ha querido inmortalizar.
Ya lo sabes: el arte está en el proceso (insisto).










