Aunque parezca mentira, sólo queda un año para Paris 2024. Un nueva edición de los Juegos Olímpicos empieza a asomar y, con ella, toda la parafernalia que los rodea. Toda, que no es poca (patrocinadores, eventos, estadios e instalaciones, prisas… toda, todo). Pero debo reconocer que esta vez han logrado capturar mi atención con algo tan simple pero tan complejo al mismo tiempo como el diseño de los pictogramas con los que identifican las 62 disciplinas deportivas que forman parte del calendario olímpico de París.
Y tú dirás, ¿por qué? Al final, estamos muy acostumbrados a multitud de interpretaciones y diseños, a ver con una mirada más o menos tradicional esos monigotes performando diferentes movimientos característicos de esos deportes. Ya sea raqueta en mano, o saltando vallas imaginarias, o persiguiendo una pelota, seguro que los reconoces. Y quizás por esa razón me ha gustado especialmente la propuesta de diseño del Comité Organizador de París 2024.
Para darle un nuevo aire a un competición que se remonta a principios del siglo XX, el equipo creativo del evento ha presentado 62 ilustraciones que destacan por el dinamismo que las une, y por la simetría con las que han sido construidas. Prácticamente se podría decir que cada una de ellas da forma a un escudo creado a partir de uno o varios elementos característicos de los diferentes deportes (lo de la simetría lo entenderás rápidamente).
Los 62 pictogramas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos son banderas tras las que se esconde un deporte, un orgullo, unos valores, una gran y hermosa familia. Adornarán las sedes de competición y aparecerán allí donde se vivan los Juegos, para orientar a los espectadores y galvanizar a las multitudes.
París 2024
Innovadores, inclusivos, poniendo al deportista en el centro de la acción, esta revisión de los pictogramas tradicionales no sólo rompe con lo establecido, sino que resulta toda una declaración de intenciones de una ciudad que tiene mucho por compartir.





























































