Igual soy yo, que soy raro, pero he de reconocer que cada vez que ponen ante mis ojos el típico reportaje titulado «un paseo por las ruinas de...» consiguen atraparme durante unos cuantos minutos. Y es igual sin son (eso) ruinas, espacios abandonados, o restos de construcciones humanas en islas deshabitadas… no me importa, todo lo que me lleve a observar esa fantástica decadencia del cemento resquebrajado y del hormigón, pasto de la naturaleza, me fascina. Es como si, por un momento, me pusieran ante una verdad absoluta que me grita, desde el otro lado de la pantalla, recordándome que estamos aquí, sí, pero de paso. Y punto.
Así que como esto va de las cosas que nos (me) gustan, hoy te dejo con la obra del fotógrafo neoyorquino (que, sí, es un gentilicio que me gustaría poseer) Matt Lambros. Cuenta que empezó a sentir afición por este tipo de espacios gracias a que, de pequeño, su abuela dejaba que él y su hermano exporaran las casa vacías de su vecindario… buscando fantasmas.
Y no es una selección cualquiera, no. Porque no sólo me gusta la fotografía, también soy un apasionado del cine y, en especial del ‘de siempre’ (llamadme carroza), de esas pelis que nunca te hartabas de ver y, claro, de ir a verlas a lugares que eran casi templos… esos templos, abandonados, en ruinas, son los que Matt ha retratado en su «After the Final Curtain«. Unos podrán decir que es el resultado lógico de la ‘evolución’, otros echarán de menos las butacas raídas de aquellos espacios en los que nos sentábamos a soñar despiertos. La verdad es que lo pragmático mató al romanticismo… y, para muestra, esta buena ración de imágenes de Lambros.
Una respuesta a “La decadente belleza de los lugares que nos hacían soñar”
[…] pero ¿a quién sí?. De todas formas, no es la primera vez que este tipo de imágenes visitan Phusions, y eso ya deja claro dos cosas: me encanta el misterio que emanan los lugares abandonados y medio […]