‘Memorias que se derriten’ podría ser, perfectamente, el título de un libro. Lo sé (qué pena que ya no me dedique a escribir ficción…). Pero también es (y aquí no hay condicional que valga), el título del último proyecto del artista norteamericano Refik Anadol: ‘Melting Memories’.
Spoiler, vas a flipar.
Lo que estás a punto de ver es el funcionamiento del cerebro de Anadol. El artista se sometió a una serie de pruebas para, a través de electroencefalogramas, ser capaz de medir los cambios en las ondas que medían su actividad cerebral y así comprender mejor como ésta funcionaba en función de los diferentes estímulos a los que se sometía.
Todo esto, pasado por su mirada creativa a través de pinturas basadas en esas ondas neuronales, de esculturas construidas a partir del uso de la data aumentada, y proyecciones de luz, construyen una exposición rara como pocas, pero también alucinante (y algo alucinógena).
Juzga por ti mismo…
Enjoy!





