… debo ser de los pocos de mi generación que nunca soñaron con ser astronauta. Y no es porque no me pareciera una profesión apasionante, fabulosa y fantástica, al contrario, supongo que siempre pensé que si fuera capaz de salir allá fuera, mi mente se pasaría tanto tiempo entretenida con todo lo que había por descubrir, que difícilmente sería capaz de poner foco en la misión. La misión. Todos cambiamos, hoy la misión lo sería todo para mí (llámalo madurez, whatever), cada uno de mis esfuerzos estarían centrados en cumplir con nuestros objetivos, deberes, tareas y ese poco más que llaman valor añadido, pero – lo reconozco – seguiría sin poder – ni querer – evitar quedarme maravillado, en esos ratos tontos, mirando el espacio.
El espacio.
Pero la cosa también es que algún día has de volver. Y antes, cuando volvían, lo hacían a bordo del Endeavour. Si eres de mi generación, seguro que has tenido alguna maqueta, o juguete, o dibujo, o fotografía (bueno, o nada, que hay gente para todo) que te hacía volar con él. Y es que fue, sin duda, un icono de nuestra infancia. ¿Lo recuerdas cruzando el cielo, con esos comentaristas entusiastas narrando las peripecias de esos valientes astronautas que volvían de la luna a bordo del transbordador espacial?
Transbordador espacial, si es que hasta el nombre mola infinito. Casi tanto como en inglés: Space Shuttle. Oh Yeah, queremos subirnos en un Space Shuttle, please.
En fin, que hoy Phusions no va de astronautas que vuelven, sino de la nave que utilizaban. En concreto, de esa Endeavour. Y es que esta serie fotográfica se tomó pocas semanas antes de que se retirara, definitivamente, de la circulación (o del espacio aéreo, o del espacio interestelar, a saber qué le encaja más). Las imágenes, de Ben Cooper, recorren algunos de los rincones más emblemáticos del transbordador, especialmente el puente (que vas a poder ver y disfrutar desde todos los ángulos).
El resultado es una oda a la nostalgia que te hará volver a ser pequeña, o pequeño, y te llevará de viaje a las estrellas. Otra cosa es cómo te lo vas a montar para pilotar, porque – visto lo visto – sencillo no lo parece. ¿Dónde está el botón «on«?
Enjoy!