Cada 26 de abril recordamos el accidente nuclear de Chernobyl. Para algunos es como si fuera ayer. Yo soy, todavía, capaz de dibujar en mi mente exactamente dónde estaba y con quién en el momento en que vi aquello por el telediario. Para otros, en cambio, forma parte de las leyendas del siglo XX; como si fuera algo que está ahí pero que parece imposible que haya sucedido en nuestro perfecto mundo, perfecto si más no, antes de que – casi – sin previo aviso todos acabásemos confinados en casa por un virus.
Pero sí, pasó. Un 26 de abril de 1986 ardió la central nuclear Vladimir Ilich Lenin. Y lo que sucedió fue de una magnitud tal que aun hoy cuesta comprender (o validar) los datos que se han ido haciendo públicos durante los años. Como bien vio HBO, sin duda, esto da para una peli – o serie – de terror (psicológico, como mínimo):
Pero no te preocupes, Phusions no es una clase de historia, ni mucho menos. Aquí buscamos que la cultura nos inspire, o nos emocione, o nos transporte. Y eso es, precisamente, lo que consiguió el fotógrafo francés Romain Veillon con las fotografías que compartió de su viaje a Chernobyl. Inmortalizó Pripyat tal cual quedó en el momento en que fue evacuada y como la han ido dejando los saqueadores y los curiosos que se aventuran en esa zona cero.
Sin duda, un viaje a otro mundo muy propio del mundo en el que vivimos.
Enjoy!