¿Si te hablo del Global Seed Vault, en el Ártico, sabes a qué me estoy refiriendo? Perdona que empiece tan directo, con una pregunta y tal, pero estoy convencido que habrás leído – por ahí – alguno de los artículos que se hicieron eco de la construcción, en pleno Permafrost en una isla en medio del océano Ártico, de este refugio. Una especie de Arca de Noé que tiene como objetivo salvaguardar ejemplares de las semillas de todas las plantas del mundo por lo que pueda pasar (ya sabes, alguna de esas catástrofes que hasta hace poco nos parecían ciencia ficción pero que viendo el 2020 que llevamos…). Interesante, ¿verdad?

Pues los amigos de Oreo, viendo que el próximo 2 de noviembre, el Asteroide 2018 VP1 nos pasará muy cerquita, decidieron que, en caso de cataclismo (o similar), la humanidad necesitaba salvaguardar uno de sus bienes más preciados en un lugar tan seguro como el de las semillas. Por eso, en un ejercicio de generosidad sin igual, han construido en Noruega un lugar a prueba de días-del-fin-del-mundo para asegurar que las galletas preferidas de la humanidad nos pervivan. Aplausos.

Y es que más allá de lo simpático o la anécdota, sin duda estamos ante una acción de PR épica, de las que se llevan titulares y llaman la atención por curiosas e ingeniosas. Sí, el refugio es, evidentemente, mucho más pequeño que el botánico, pero mola igual (o más) y, de paso, salen en las noticias. Bien por ellos. Bien por el marketing.

Por cierto, si alguna vez quieres escaparte a visitarlo, aquí tienes sus coordenadas: 78°08’58.1″N 16°01’59.7″E.