Esta no va a ser la primera vez que un artista hiperrealista aparezca por aquí, ni será la última. Y tampoco será la primera vez (ni la última) en que me quede alucinando con lo que la mano de una persona es capaz de crear. Pero debo admitir que Kei Mieno es, probablemente, uno de los ejemplos más interesantes de cómo la práctica, el talento, una técnica exquisita y una buena dosis de habilidades que a mí me parecen sobrehumanas, son una combinación explosiva. Alucinante.
Lo que vas a ver a continuación, no son fotografías (y, si lo fueran, serían fantásticas, por las iluminaciones, la luz, el color…). No. Lo que estás a punto de descubrir son dibujos. Sin trampa. Sin truco. Dibujos.
Y no sé, es que no sé qué más decirte. No tengo palabras…



































