Y es que, en ocasiones, el mejor remedio a la mediocridad es recuperar la inspiración de la mano de artistas tan fascinantes como el ecuatoriano Daniel Espinoza. Y tú dirás, ¿de qué nos va a salvar, el arte? Pues eso, de los señores y las señoras grises que nos quieren contagiar. Nos va a salvar de la tristeza, del aburrimiento, de la falta de talento, y de la rutina, del «porque yo lo digo» o del «tú verás si lo haces diferente«. Nos salvará de las y los que nos dicen que no tenemos criterio, o de los que piensan que el suyo es el único válido. Porque el arte, my friends, es todo lo contrario. Es creatividad. Y valentía. Y orgullo. Y color. Y fuerza. Y diversidad. Y más.
Hazme caso. Sé bien de qué hablo, y no lo digo sólo por la cantidad de veces que he encontrado mi refugio en el arte. Mis dos últimos años me avalan. Así que, para celebrar que no nos convertirán en seres grises, te dejo con una muestra de los collages de Espinoza. Una explosión de originalidad inspirada en el graffiti y el arte callejero, con referencias a la cultura pop y algun toque vintage que acaban de construir una propuesta tan heterogénea como apasionante.
Y eso, que no sigas dejando que te apaguen. No vale la pena.



















